Imposible no emocionarse
Puedes mirarlo o manejarlo. Soñarlo o comprarlo. Recordarlo o disfrutarlo. Lo que no puedes hacer, es ignorarlo. Es imposible reprimir todas las emociones que sientes a flor de piel cuando escuchas su motor o las siglas “GTI”. No hay manera de disimular el furor, así que déjate llevar por la deportividad en estado puro de la octava generación.